martes, 6 de marzo de 2012

NADA.

MIs notas deben ser mas altas. mi peso debe ser mas bajo. mi estómago debe estar más plano. mi cartera debe estar mas llena. mi piel debe ser más bronceada. mis dientes deben ser mas blancos. mi corazón debe ser mas fuerte. mis amigos necesitan ser más feos. mi cara necesita ser más linda. mi cabello necesita ser mas largo. mi falda debe ser mas corta. mi cuerpo necesita ser más ardiente. mi imagen debe ser mas genial. mis pechos deben ser más grandes. mi cintura debe ser más pequeña. demonios, la sociedad en verdad sabe como hacerte sentir miserable.

domingo, 4 de marzo de 2012

Tu decides.

Lucía no es un esqueleto como el resto de las chicas ingresadas aquí, tiene lo que se llama un cuerpo diez. No le sobra ni le falta nada. Tiene el pelo muy oscuro, los ojos azules y la tez muy blanca y la piel de terciopelo. Creo que es preciosa, hasta que me regala una sonrisa y toda su belleza se cae por los suelos. Tiene la dentadura más espantosa que jamás haya visto: dientes oscuros, de un color gris marrón, y muy, muy pequeñitos, como si se los hubiera estado limando. Me acerco. Lucía, un poco avergonzada, cuenta su última salido con excesos incluidos.

—Tenía permiso de fin de semana y me pasé toda la tarde del sábado comprando porquerías en supermercados distintos –susurra—.
Sabes, es importante no comprarlo todo de golpe en el mismo sitio, pues si ven a una chica delgaducha con más de quince mil calorías en la
bolsa, sospechan. Siempre intento comprar alguna cosa para despistar, como un desodorante, un paquete de arroz o una bandeja de carne. El resto siempre muy dulce: pastelillos, bollería variada, chocolate, helados, yogures, cereales.
—Después fui a casa de mis padres –continúa—, ya sabiendo que ellos estaban en el cine. Dispuse toda mi mercancía encima de la cocina, saqué una botella enorme de cola, y empecé a comer todas esas cosas prohibidas por mis mandamientos. Todo bien rociado de bebida con gas para que resultara más fácil deshacerme de todo. Cruasanes de chocolate, pastelitos de colores chillones, yogures con cereales, cañas rellenas de crema, donuts, enormes trozos de pizza con demasiados ingredientes. Cuando hube llegado a la mitad sentía que mi barriga iba a explotar, me levanté la camiseta y realmente su perímetro había aumentado considerablemente. Con dificultades para caminar, fui hasta el baño y fácilmente lo vomité todo, no me molesté ni en cerrar la puerta del baño, pues no había nadie en casa que pudiera descubrirme.
Continué con mi festín privado hasta terminar con la última migaja y volví
al baño a repetir mi purga.
te suena familiar ?Quieres acaso convertirte en lucía¿? entonces basta de tonterías y aléjate de mía. que no quieres engordar¿? pues entonces basta con no comerte esas porquerías y no me vengas con pretextos absurdos de que te obligaron a comer pues a menos de que te hayan atado e inyectado la comida sabes muy bien que siempre hay una forma de zafarse...